De vez en cuando, mis órigenes me llaman. Las ganas de pasta fresca y risottos se transforma en ganas de especies y sabores del Al-Andalus y de este modo nacen recetas como el helado de hoy. Sigue Leyendo…
Lo que son las cosas, ayer mismo estaba viendo en la tele un mini especial de los inventos que han cambiado nuestras vidas en el último siglo… lavadora, fregona, televisión, ordenadores, móbiles, internet… qué sería de nosotros sin estas cosas hoy en día. Bueno, la lavadora ya existía cuando nací yo :P pero yo siempre pienso a mi abuelo que nació a principios de siglo y vivió de primera mano todos estos cambios. Ahora pienso a los niños que han nacido en los últimos años y que no saben qué es la vida sin el euro, un móbil o el ratón!! incomprensible, no??
Bueno todo este rollo de persona que se está haciendo mayor :P para deciros que para mí internet es el invento del siglo. Ni qué decir tiene que el vivir en otro país y poder comunicarme con mi familia y con mis amigos sin tener que pagar millonadas en teléfono y saber simplemente qué están bien o lo que están haciendo porque han cambiado “su estado” en gmail, twitter o FB… bueno, la verdad es que no tiene precio.
Yo no soy muy amiga de FB, sí entro para poner cosas que me parecen importantes pero cuando lo hago pierdo muchísimo tiempo mirando por allí y por allá y decidí que no lo usaría más (sólo lo abro cuando me llegan los avisos por e-mail). Lo que sí le agradezco muchísimo es haber podido recuperar el contacto con personas de las que nada sabía desde hacía siglos y que fueron muy imporantes para mí durante mi infancia y adolescencia.
Es el caso de mi amiga Carmen con la que he coincidido hace poco tiempo y que me pidió esta receta (a la que dedico) que a mí se me había pasado publicar. Es una de mis recetas favoritas, una reliquia granadina que me enseñó mi madre :) Ya véis los tiempos que van hacia delante y nosotros que intentamos recuperar el pasado a través de antiguas amistades y recetas de toda la vida. No me digáis que no mola!
Ingredientes:
1 pollo en trozos
1/2 kg de cebollas
4 tomates grandes
2 pimientos verdes
200 ml de vino blanco
Condiento moruno (es. Ras el hanout, en Granada es fácil de encontrar)
Laurel, sal
Almendras tostadas en un poco de aceite, aceitunas sin hueso, orejones, ciruelas pasas y 1 huevo cocido
2 rollos de hojaldre fresco
Canela y azúcar glas
1 huevo
Preparación:
1 Se sofríe el pollo, se le añade la cebolla picada, el tomate y el pimiento picados, laurel, vino, las especias y la sal. Se deja cocer a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que esté en su punto.
2 Aparte se preparan las almendras, un buen puñaito, el huevo duro, las pasas, ciruelas y orejones. Se corta todo ni muy pequeñito ni muy grande y la cantidad se ajusta al gusto de cada cual. Yo por ejemplo le pongo solo las ciruelas para que no destaque demasiado el sabor dulzón.
3 Se mezclan con el pollo un poco antes de acabar la cocción.
Hasta aquí la preparación del pollo moruno que se puede servir así sin más adornado con lechuga, 1/2 huevo duro por cabeza, almendras y aceitunas sin hueso.
Si queremos hacer la pastela:
1 Deshuesar y picar la carne del pollo, quitar pieles y ternillas y picarlo todo con todos sus ingredientes mezclados.
2 Extender una lámina de hojaldre, el relleno encima (esperar a que esté frío) y la segunda por encima (todo esto encima de una bandeja de horno forrada con papel de horno)
3 Pegar los bordes con un poco de agua o huevo batido y rizarlos para que no se nos escape el relleno durante la cocción.
4 Pintar toda la superficie con el huevo batido y espolvorear con un poco de azúcar y canela en polvo mezclados. Yo siempre dejo un poco de hojaldre para hacer alguna decoración fácil en la superficie.
5 Meter en el horno a unos 190º-200º durante unos 20-30 minutos o hasta que esté dorada. Si vemos que se está dorando demasiado pronto podemos ponerle un poco de papel de aluminio en la superficie o bajar la temperatura a 180º hasta que se termine.
Descárgate la receta en PDF:
Pastela moruna
Pues nada, ya se me va pasando el mal rato del otro día… La verdad es que ayer me levanté con un cabreo que ni os cuento. No por lo que pasó, no por la poca profesionalidad, no por la cara dura de la gente, estaba muy cabreada porque lo sabía… ya en diciembre cuando conocí a los dueños del bar había visto que algo no funcionaba y aún así he seguido adelante pensando que con mi esfuerzo podría compensar cualquier problema que se me presentara… vaya, ni que fuera superwoman!!
Pero eso ya es pasado y os agradezco mucho los mensajitos de apoyo que me habéis dejado. Como decía ayer de todo se aprende, yo tengo que aprender también a fiarme menos y a andar con más ojo. A ser más profesional y a ver los problemas antes de encontrármelos delante de mí con las fauces abiertas. Por esta vez está bien, más se perdió en la guerra y sobre todo mucho más han perdido ellos que han quedado super mal con toda aquella gente, uff, de esta si que van a tardar en recuperarse…
Quizás el hecho de que me hayan llamado para disculparse por la mala organización dice algo positivo de ellos. Quizás sí… o quizás no.
La vida sigue y hoy lo único que me apetecía era descansar :) He dormido, he comido super bien y ahora me espachurro en el sofá a ver una peli: plan dominical perfecto!
Como perfecto es este chocolate, de domingo total, en 10 minutos está hecho y en 10 minutos nos lo tomamos, calentito para endulzar el alma :)
Ingredientes para 2 personas:
2 vasos de leche
2 cucharadas colmas de cacao amargo en polvo
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de fécula de maíz (Maicena)
Canela al gusto
Preparación:
Poner a calentar la leche.
Reservar dos o tres cucharadas en un vasito aparte.
Añadir el cacao y el azúcar a la leche caliente y remover hasta su completa disolución.
Disolver bien la fécula en la leche caliente que habíamos apartado.
Añadirla a la leche con cacao removiendo continuamente para evitar la formación de grumos.
Dejar cocer el chocolate hasta que espese.
Podemos añadir más o menos azúcar según nuestro gusto e incluso más o menos harina según cómo nos guste de espeso el chocolate.
Espolvorear con la canela en polvo y servidlo acompañado de vuestra tarta o dulce preferido, yo me lo he tomado con una rebanada de trenza que esta vez he hecho con la misma masa en forma de pan.
Descárgate la receta en PDF:
Chocolate a la taza con canela